No hay nada más auténtico y nostálgico que recordar cuando en la niñez, en la casa de pueblo de tus abuelos, bebías agua de un botijo. Un botijo de cerámica es un recipiente hecho de barro que se usa para beber y mantener el agua fresca. ¿Sabías que, antes de usar, es necesario curar un botijo?

Este producto está libre de elementos tóxicos gracias al estar compuesto por materiales ecológicos. Sin embargo, este debe ser curado antes de ser utilizado para evitar sustancias que afecten a la calidad y sabor del agua.

En el siguiente post de nuestro blog vamos a explicar cómo se cura un botijo y los materiales que son necesarios para poder curarlo.

¿Por qué es importante curar un botijo antes de usarlo?

Si queremos disfrutar de nuestra agua en el botijo de cerámica, es muy importante curarlo antes de utilizarlo. Esto se debe a que al estar hecho de barro, si no lo curamos, este sabor se va a diluir en el agua, provocando que esta pierda calidad y tenga mal sabor. Por ello, mediante la curación lo que queremos es eliminar dicho sabor y quedarnos con el buen sabor del agua natural.

¿Qué materiales necesitas para curar un botijo?

Para poder llevar a cabo la curación de un botijo, tendremos que disponer de los siguientes materiales:

• Un botijo.
• Agua caliente.
• Anís.
• Un plato. Esto es recomendable debido a la sudoración en el proceso de curación. Puede provocar que la superficie se moje.

Cuidados y mantenimiento del botijo después de curarlo

Es muy importante llevar a cabo un buen mantenimiento y cuidado del botijo, ya que en este puede aparecer moho debido a la humedad producida por la sudoración. 

Si el moho está presente en el exterior, hay que tener por seguro que acabará entrando al interior, y este será más difícil de eliminar debido a que no será fácil de ver. En caso de llegar al interior, afectando a la calidad de nuestra agua, pudiendo transmitir enfermedades.

Si nos percatamos de la existencia de moho, deberemos lavar el botijo y desinfectarlo:

1. Lo primero que deberemos hacer es limpiar el exterior, para evitar que se siga propagando. Para ello, podemos utilizar agua, jabón desinfectante o lejía, que frotaremos gracias a un estropajo hasta conseguir deshacernos de todo el moho.
2. Una vez hecho esto, tendremos que limpiarlo por dentro usando agua y lejía, dejándolo reposar 24 h. Gracias al poder desinfectante, el moho se desprenderá. 
3. Es muy importante enjuagar varias veces antes de uso el botijo para evitar que queden restos de moho o lejía en el interior.

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