Curiosidades

No podríamos entender la existencia de la alfarería a día de hoy sin la aparición del torno. Y es que, a pesar de los avances de la tecnología y de la evolución y del paso del tiempo, esta herramienta artesanal apenas ha cambiado desde su invención.

La cerámica es una práctica que ha ganado popularidad en los últimos tiempos. Al contrario de lo que pueda parecer, la continua exposición a las nuevas tecnologías ha desencadenado en la búsqueda de alternativas tradicionales que nos permitan reconectar con nuestro cuerpo y mente.

El esmalte cerámico es una combinación de varios materiales, que es sometido a un proceso de cocción. Donde los materiales son fundidos, y dan como resultado a una masa que sirve de decoración en nuestro objeto cerámico. Esta capa tendrá también la función de impermeable, que permite verter líquidos en ella.

Conocer los materiales necesarios para la cerámica es muy importante. Entre los materiales para cerámicas más usados encontramos los siguientes. En primer lugar, nos encontramos con la arcilla. Las propiedades de este material lo convierten en el aliado perfecto para hacer objetos decorativos. Dependiendo de los minerales con los que se mezcle o las condiciones en la que esté, podremos encontrarnos con diferentes tipos de arcilla.

A menudo estos términos, arcilla, barro y cerámica, llevan a confusión. Se emplean indistintamente cuando se habla de piezas cerámicas. Nos referimos a “un plato de barro” cuando en realidad deberíamos decir “un plato de cerámica”. O si vamos a comprar material para las actividades extraescolares de nuestros hijos pedimos en la tienda “quiero un paquete de cerámica”. No son lo mismo y te explicamos por qué. 

Cuando se hizo necesario un recipiente para almacenar el excedente de las cosechas, se inventó la cerámica. Hablamos de las primeras civilizaciones de agricultores y ganaderos que se asentaron a ambos lados del río Éufrates, en Mesopotamia, durante el Neolítico, aproximadamente 8.000 años antes de nuestra era.